jueves, 23 de febrero de 2017

ERETZ - Cantina Israelí




Cuando tenía 8 años viajé a Israel de vacaciones junto a mi familia, sin entender mucho de la vida y mucho menos de comida, me anime a probar varios platos que no recordaba pero que cuando ayer visité Eretz Cantina Israelí volvieron a mi memoria en la suma de tres sentidos que pone en juego esta Cantina: El oído, el olfato y el sabor. Esa hermosa combinación te hace trasladarte a Medio Oriente con sólo cruzar la puerta.



Ayer fuimos a conocer esta Cantina ubicada en Palermo Soho, que nos encantó. Si en este fin de semana largo querés probar algo distinto y muy rico anotala como una excelente opción!

Es un local no muy grande, con capacidad para unos 40 cubiertos adentro y otros 20 en las mesas de afuera. Está dividido en un salón apenas uno ingresa con varios box, la parte de atrás donde se encuentra la cocina a la vista,  la barra que dispone de lugar para sentarse, enfrente más mesas  y banquetas altas. Además cuenta con las mesas de la vereda,  ahora se encuentran remodelando el patio para agregar más lugares.
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Tiene el ambiente de cantina que tanto nos gusta. Familias, amigos y grandes porciones combinado por una excelente atención tanto de la mesera como de Sobol, uno de los dueños que está atento a cada detalle, haciéndote sentir muy cómodo.



Lo primero que nos llamó la atención fue la carta de bebidas que es presentada en una botella, nos pareció muy simpático y creativo. En cuanto a la misma, ofrece tragos y bebidas individuales y también ofrece una barra libre con 3 opciones de productos y precios, a quienes eligen esta opción se les entrega una pulserita para que puedan pedir en la barra y ver como elaboran los tragos.

Mientras esperábamos el tapeo, pedimos dos de los tragos de autor que ofrecen, un "Mojito Eretz" muy fresco y muy rico y un "Mediterraneo" en base a anís que para los que amamos los caramelos media hora es volver a la infancia en un trago.

Llegó el tapeo y arrancamos con la hermosa experiencia que ofrece este tipo de comida, tan distinta a la que comemos cotidianamente en Argentina. Traía Zanahoria Marroquí, Remolachas con yogurt y menta, Berenjenas con aceite de oliva, Coleslaw, Tabule y Hummus de garbanzo. Cada platito es un gusto único y distinto, manejan los condimentos mejor que nadie y el paladar termina agradecido con esas combinaciones.

Luego nos trajeron Falafel y Kepe Frito. El falafel son croquetas de garbanzo fritas y el Kepe son albóndigas de pasta de trigo burgol rellenas de carne picada especiada y nuez. Ambos totalmente recomendables.




Luego nos hicimos un lugar para los Pinchos Eretz, que son dos pinchos de muslo de pollo marinado en picante y dulce con cebollas. Es imposible describir el gusto por acá, la combinación de dulce y picante hace un festival de sabores en el paladar que perduran hasta un rato después de comerlos. Vuelvo a mencionar lo bien que utilizan los condimentos para lograr semejante gusto.

Para terminar de postre pobramos Malabia, un postre cremoso servido con coco rallado, nueces y jarabe de rosas rojas.

Nos fuimos felices, comimos muy bien, con gustos definidos y únicos y con una excelente atención.





Malabia 1.583 - CABA












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