martes, 25 de octubre de 2016

INMIGRANTE




Hace unos días fuimos a conocer este restaurante Palermitano que te seduce y enamora desde que entrás hasta que te vas.

Su dueño, el chef Leandro Di Mare junto a su familia están a cargo de cada detalle del Restaurante. A nosotros nos atendió su hermano, quien nos guió por el restaurante y nos mostró los servicios que ofrecen y nos recomendó los platos a pedir.

El restaurante es una casa antigua remodelada, al ingresar se encuentra una bodega con distintos vinos para que el cliente elija a precio de vinoteca cual quiere tomar, este es uno de los varios puntos fuertes referidos al servicio al cliente que ofrecen. Enfrente de ella se encuentran dos mesas altas de hierro con sillas de madera.

En el otro salón se encuentran el resto de las mesas y hasta dispone de una mesa grupal . En dicho salón se puede encontrar una estantería con las conservas que ellos mismos producen y comercializan.

Apenas nos sentamos en la mesa nos trajeron una panera muy canchera con pancitos caseros recien salidos del horno y una cazuelita con gruyere y almendras tostadas con aceite de oliva. Imposible no enamorarse en ese instante. A tener en cuenta, no cobran servicio de mesa, esto lo resalto ya que la gran mayoría de los restaurantes lo cobra y muchas veces lo único que traen es una panera con panes medio pelo. Y si con estos gestos ya los estabas amando, cuando te dicen que el agua es gratuita y libre durante toda la comida te querés casar con ellos.

Eramos 2 parejas, por lo que compartimos varios entrantes, un plato principal y dos postres, para abarcar varias opciones de la carta, que es bastante acotada.



Arrancamos con la tortilla de la bruja, llamada así en honor a la madre de Di Mare con cebollas glaseadas y chorizo colorado, excelente el punto de cocción y muy bien condimentada. Seguimos con la molleja de corazón grillada a la parrilla con limón quemado, vegetales en pickle, pera y mandioca frita. El contraste de la molleja y la pera es una gran combinación, la molleja estaba crocante como nos gusta a nosotros.




Continuamos con dos porciones de chori y provo, un chorizo de cordero a las brasas, tomate asado, sal de naranja y lima y una provoleta con tapenade de aceitunas y chutney de tomates. El chorizo estaba muy bien, pero la provoleta era excelente.

El último entrante que pedimos fue el revuelto Gramajo, muy sabroso y sin dudas el jamón glaseado que lo acompaña se lleva todos los aplausos.





El plato que elegimos para compartir fue el matambre de cerdo a la parrilla, gremolata de limón, batata y manzana al caramelo puerro quemado y pencas de acelga al escabeche. El matambre de cerdo no es un plato que suelo pedir pero el de Inmigrante me enamoró por completo, el punto de cocción y la combinación de las batatas manzanas y caramelo con la gremolata de limón es perfecta y al cerdo le queda genial.

Todos los platos que probamos tenían puntos de cocción ideales, gustos bien definidos y diferentes, condimentos acordes al plato y cada uno de ellos provocaba una fiesta de sabores en el paladar.

Nos despedimos con los postres, pedimos torta Cacho con biscuit de vainilla, dulce de leche, crema chantilly, castañas, durazno, ananá y merengue y profiteroles hechos con masa bomba y relleno de crema pastelera.

Nos fuimos felices, comimos muy bien en un ambiente acogedor y con una excelente atención. un lugar para volver al que ojalá le vaya bien porque lugares que cocinan excelente y que están pendientes de cada detalle cada vez quedan menos.


Cabrera 4.667 - CABA
www.inmigrante.com.ar













No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nos gustaría que nos dejes tus comentarios! Muchas gracias!